Como de sobra sabéis, este viernes comenzamos el Torneo Social de partidas a 30 minutos, que como particularidad presenta la novedad de que las partidas comienzan a partir de una posición previamente fijada por el árbitro.
En la primera ronda, los jugadores afrontarán la conocida defensa india de rey en su variante del ataque Saemisch.
La partida comenzará en la jugada séptima tras haberse efectuado los siguientes movimientos:
1.d4 Nf6 2.c4 g6 3.Nc3 Bg7 4.e4 d6 5.f3 O-O 6.Be3 e5 *
Es por tanto una buena oportunidad para en algunos casos, estrenar este planteamiento, o en el caso de los más avezados, profundizar en las particularidades de esta popular variante. Por aquello de dar algo de lustre a esta entrada, aprovecharé para hacer una breve semblanza de la figura del jugador que da nombre a esta variante.
Friedrich Saemisch nació en Charlottenburg (Berlín) en 1896 y murió en 1975 en Wansee (también en la periferia de Berlín, lugar de triste recuerdo por haber acogido la famosa Conferencia de Wansee en 1942, en que se ideó y acordó la llamada “solución final”).
Aunque fue sin duda un fuerte jugador en su época, sus huellas como competidor no van más allá de haber sido capaz de derrotar a Reti o, como resultado más memorable, un tercer puesto en el Torneo de Baden Baden en 1925 tras Alekhine y Rubinstein.
Sin embargo, su nombre ha perdurado y resulta muy familiar a cualquier jugador que haya dedicado algo de tiempo al estudio de las aperturas, pues el ataque Saemisch, caracterizado por la disposición de la estructura blanca de peones (c4, d4, e4 y f3), ha sido utilizado por los mejores jugadores y alcanzado gran popularidad en la práctica magistral.
No obstante todo lo dicho, y quizá porque no he jugado mucho esta variante, el nombre de Saemisch para mí siempre estará asociado a esa palabra tan ajedrecística que es zugzwang, vocablo germano que según Wikipedia significa obligación de mover (traducción que daremos por buena salvo que nuestro germano-parlante Raúl Miguélez tenga a bien corregir) y que como veremos en la partida que hoy publicamos, no suele ser una buena noticia para quien lo sufre.
Saemisch,Fritz – Nimzowitsch,Aaron
Copenhagen, 1923
1.d4 Nf6 2.c4 e6 3.Nf3 b6 4.g3 Bb7 5.Bg2 Be7 6.Nc3 O-O 7.O-O d5 8.Ne5 c5
9.cxd5[9.Da4!?; 9.e4!?]
Sin duda, el juego del blanco, tras este cambio, no plantea un match agresivo como podríamos esperar de tan ilustre apellido) 10.Bf4 a6 11.Rc1 b5 12.Qb3 Nc6 13.Nxc6 Bxc6 14.h3 Qd7 15.Kh2
Nh5(expansión en los 2 flancos. Aunque la valoración de los módulos es de igualdad, parece más cómodo el juego de las negras)
16.Bd2 f5 17.Qd1 b4 18.Nb1 Bb5 19.Rg1 Bd6 20.e4 (el momento clave. ¿Fue Ad6 un error?)
fxe4[20…g6?! 21.e5 Ae7 22.Af3³] 21.Qxh5 Rxf2 22.Qg5 Raf8 23.Kh1 R8f5 24.Qe3 Bd3 25.Rce1 h6 0-1
Es de suponer que Nimzowitsch se quedó con ganas de sonreír y decir “Vd. mueve, caballero”, por más que la posición final (tantas piezas y ninguna mueve) invite a ello. Sin duda, el zugzwang definitivo
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